El nivel de urbanización en Honduras pasó de un 40% en 1990 a un 54% en 2010, se espera que esta proporción alcance el 70% de la población en 2050.
Tegucigalpa y Comayagûela son dos ciudades en dinámico crecimiento que juntas conforman el Municipio del Distrito Central (MDC), capital de Honduras, a su vez ubicado en el departamento De Francisco Morazán de la región centro. En conjunto con los desarrollos urbanos exteriores que se encuentran conurbanados a ellas en los municipios de Valle de los Ángeles y Santa Lucía, conforman una aglomeración urbana de 1.2 millones de personas (2014). Esto implica que la capital alberga el 25% de la población urbana del país.
El 66% de los hogares en la capital cuentan con una conexión de agua potable lo cual provoca que casi 30% de la población dependa de alternativas costosas y de baja calidad. Por otra parte, la limitada cobertura del sistema de alcantarillado, solamente 47%, ha provocado que las quebradas de los ríos sean usadas como cloacas abiertas y, que la reducida capacidad de sus encauzamientos sea rebasada con frecuencia por las lluvias intensas que provocan inundaciones de extensión variable en distintos puntos de la ciudad. Además, la capital cuenta con capacidad para tratar solo el 17% de sus aguas servidas, da cuenta de los problemas de aguas negras en la ciudad y del hecho de que el rio Choluteca sea el segundo río más contaminado de Honduras.
En relación con la reducción de GEI, las industrias cementeras del país han establecido metas claras de reducción de emisiones, orientando sus esfuerzos a la utilización de combustibles alternativos (co-procesamiento) para la producción de energía calorífica (p. ej.: llantas usadas), la eficiencia en el uso de Clinker, y el eficiencia energética en la maquinaria y equipo de producción.
Para la reducción de hidrocloroflourcarbonos - HCFCs, durante el periodo 2014-16 la unidad técnica de Ozono de Honduras (UTOH) ha trabajado en la aplicación de controles de importación, uso y distribución, de sustancias refrigerantes y calendarios de eliminación de estos gases. Como resultado en este periodo se han reducido 117.21 ton de HCFC
En su mayoría, las medidas de mitigación que utilizan incluyen las sustitución de combustibles fósiles mediante el aprovechamiento de la biomasa y biogas generado a partir de los residuos sólidos y líquidos liberados al transformar de alimentos y en la cogeneración de energía. Además aprovechan los residuos orgánicos como fertilizantes, reduciendo la liberación de N2O.